Estudios recientes sugieren que existe una preocupante brecha de conocimiento en lo que respecta a la seguridad radiológica. Un estudio en el que se evaluaron médicos, enfermeras y tecnólogos descubrió que muchos trabajadores de la salud muestran una actitud baja hacia la seguridad radiológica, a pesar de tener cierto nivel de conocimiento. El estudio hace hincapié en la necesidad de integrar la formación en seguridad radiológica en la educación médica y el desarrollo profesional continuo (PubMed).
La exposición a la radiación no siempre es evidente de inmediato, pero sus riesgos son innegables. Desde efectos agudos como quemaduras en la piel hasta riesgos a largo plazo como el cáncer, la exposición prolongada a la radiación ionizante puede tener consecuencias devastadoras. Si bien la mayoría de los profesionales usan equipo de protección personal (EPP) como delantales de plomo y protectores tiroideos, las investigaciones muestran que estas medidas a menudo se usan incorrectamente, se mantienen mal o se aplican de manera inconsistente.
Además, la falta de formación estandarizada en todas las funciones sanitarias agrava el problema. Las enfermeras, los tecnólogos radiológicos y los cardiólogos intervencionistas se enfrentan a diferentes niveles de exposición, pero muchos desconocen los pasos específicos necesarios para protegerse eficazmente.
Para quienes trabajan en laboratorios de cateterismo, radiología intervencionista y departamentos de diagnóstico por imágenes, los riesgos de la exposición a la radiación van más allá de la salud personal. Cuando se descuidan los protocolos de seguridad, el efecto dominó puede poner en peligro a colegas, pacientes e incluso al entorno sanitario en general.
Los riesgos de exposición a la radiación incluyen:
¿La buena noticia? El conocimiento es poder. Al aumentar la conciencia y la comprensión, los profesionales de la salud pueden dar pasos significativos hacia prácticas más seguras. Estas son algunas formas prácticas de empezar:
La seguridad radiológica no es una responsabilidad individual, es un esfuerzo de equipo. Programe sesiones de capacitación periódicas para asegurarse de que todos comprendan los riesgos y sepan cómo mitigarlos. La colaboración en equipo puede reducir la radiación dispersa y mejorar el cumplimiento de los protocolos de seguridad.
La educación es clave para cerrar la brecha de conocimiento. Marque y comparta estos recursos de confianza con su equipo:
Su salud y seguridad son tan importantes como las de sus pacientes. Al mantenerse informado y tomar medidas proactivas, puede protegerse mientras continúa brindando una atención excepcional. Las herramientas y los recursos están ahí, es hora de aprovecharlos.
Trabajemos juntos para cerrar la brecha de conocimiento. Comparta este artículo con sus colegas, marque los recursos proporcionados e inicie una conversación sobre la seguridad radiológica en su lugar de trabajo hoy mismo. Juntos, podemos garantizar un futuro más seguro para todos los que trabajan en y alrededor de la radiación.